Las Terapias Ecuestres usan las actividades orientadas con caballos con el propósito de contribuir al desarrollo cognitivo, físico, emocional, social y ocupacional de las personas en situación de discapacidad. Se concibe al caballo como herramienta de trabajo y como elemento integrador, rehabilitador y reeducador.
Algunos de los beneficios obtenidos de ésta variedad son:
- » Mejora el equilibrio y la movilidad gracias al movimiento tridimensional del caballo que asemeja la marcha humana.
- » Disminuye la espasticidad muscular, ya que el calor corporal del caballo facilita la relajación muscular y articular.
- » La variabilidad de la marcha del caballo posibilita terapéuticamente regular el grado de sensaciones que recibe el paciente.
- » Afecta positivamente a las funciones de comunicación y comportamiento para pacientes de todas las edades.
- » Estimula la psicomotricidad, la adaptación del individuo al medio y a una mejor calidad de vida y mayor grado de autosuficiencia aumentando su confianza y estimulándole el lenguaje por el desarrollo del habla, la comunicación y la socialización.
- » Los caballos y actividades entorno a ellos se presentan como algo motivante, estimulador y novedoso.